
En 1996, el ingeniero industrial Jim Humble descubrió el MMS por casualidad, durante una expedición por la selva de Guayana. Él y su equipo contrajeron la malaria y, en un intento de potabilizar el agua, utilizaron cloro sódico diluido al 3,5%. Sorprendentemente, no sólo todos se curaron en pocos días, sino que el virus desapareció completamente de la sangre.
A partir de esta experiencia, Humble se dedicó a investigar dicho compuesto. Le atribuye la curación de sida, hepatitis A, B y C, malaria, herpes, tuberculosis, la mayoría de cánceres, gripe A, quemaduras, eccemas, herpes, picaduras de insectos, depresiones y otros.
La dosificación del MMS y la duración del tratamiento responde a un detallado protocolo desarrollado por el equipo de Humble, en función de la persona y su patología concreta. Se puede acceder a él en su página web.
No es tóxico ingerirlo, siempre que se respeten los protocolos establecidos por Humble. A modo de ejemplo, la dosis media recomendada por dicho protocolo es de 6 gotas diarias de clorito, equivalente a una concentración de 1 ppm de dióxido de cloro
Actualmente; su poder curativo y uso es muy cuestionado , incluso su difusión ha sido bloqueado en diversos países.